Después de un mes viajero vuelvo a Alteralcarria, esta vez con la otra cara del entorno rural. Lo que me lleva a escribir este artículo son dos sucesos acontecidos en las últimas semanas que me parece necesario denunciar.
El primero es tiempo de espera - intolerablemente largo - para conseguir una cita con un médico especialista de la Seguridad Social. Como ya decía en otro artículo, en el entorno rural de Guadalajara los servicios sanitarios son mínimos, pero ¿es justificable que, habiéndola pedido en junio, la cita concedida sea para el mes de febrero de 2008? Claramente, no.
El segundo suceso es mucho más grave y dramático. Está relacionado con el accidente que hubo ayer en el pueblo: dos chicas se estrellaron en coche contra el muro de una casa. Por suerte, ambas estaban conscientes, pero una de ellas con graves lesiones externas y la otra con posibles lesiones internas. Hubo que esperar cerca de tres cuartos de hora a que llegara el servicio de urgencias de Budia. El helicóptero llegó en una hora, y la recogida de las heridas no se hizo hasta cerca de una hora y media después.
Es decir, vengan ustedes en verano al pantano, sean turistas, pero no se muden aquí si no son jóvenes, fuertes y tienen un seguro médico privado. ¿Es este el mensaje que se nos está dando? Una pena para los que creemos en la importancia de dinamizar y repoblar las zonas rurales del interior. Aquí no hay mar o catedrales góticas - es decir, turismo-, ni industria - es decir, riqueza-, no es una zona rentable, así que, ¿para qué invertir en ella? Si este es el mensaje de las autoridades, es una auténtica vergüenza.
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